Betiko y la verdadera historia de Atlantia

La fecha de la profecía estaba cada vez más cerca. Las estrellas caerían del cielo y Atlantia quedaría destruida. A sus habitantes no les quedó más remedio que pedir ayuda a sus aliadas, las sirenas.¿Pero qué podían hacer las sirenas en una lucha contra el mismo cielo? Decidieron reunirse en la playa Brisa para decidir qué poderosas sirenas podrían hacer frente a tal catástrofe. Izpi, la domadora del rayo; Bidai, la cristalizadora; Ilargi, la reina de las mareas e incluso Zaín... Betiko escuchaba preocupada las decisiones que se iban tomando en la reunión.
- Deberíais huir al mar.
Tuvo que repetirlo varias veces hasta que la escucharon. Se oyeron algunas risas, miradas compasivas se giraron a mirarla y la respondieron hablándole como si de una niña se tratase, que los habitantes de Atlantia no podrían respirar bajo el agua. Que por favor se marchase a casa a resguardarse, que era peligroso y estaban hablando de cosas importantes. Betiko se enfadó, advirtiéndoles que poco podrían hacer, que ella podía ayudar. Eguzki y Ura la cogieron con cariño de los brazos y la llevaron a casa. A los tres días empezaron a escucharse unos ruidos horribles que venían del cielo y éste se tornó de color fuego. Era la peor escena que todos los presentes habían visto jamás. Gigantes piedras ardientes empezaron a caer y tanto sirenas como atlantias morían a gran velocidad. Betiko escuchaba los gritos incluso desde las profundidades del mar. Su corazón se rompía de la pena. ¿Será verdad que soy demasiado vieja para ayudar? ¿ De verdad lo mejor que puedo hacer es esperar aquí sentada supuestamente a salvo? Betiko se quedó mirando una foto antigua de ella misma y solo hizo falta una lágrima. Nadó hasta estar lo suficientemente cerca del desastre. Tomó una gran bocanada de aire y empezó a crear la burbuja más grande de su vida. Su poder era crear burbujas irrompibles y totalmente estancas. Así envolvió la gran ciudad de Atlantia y a todos sus habitantes y empezó a sumergirlos en el mar. Con esa burbuja, podrían respirar. Las salvó, a todas. A todas las personas y sirenas que quedaban. Todas las sirenas corrieron a buscarla ya que sabían que solamente ella tenía ese poder. - ¡Abuela! ¿Abuela estás bien? Betiko estaba estupendamente. Solamente le dolía el corazón por no haber evitado antes muchas muertes. Las sirenas se disculparon con ella y la alababan agradecidas. ¿Cómo podemos agradecértelo? + Nunca juzguéis, ni siquiera desde el amor, de lo que alguien es capaz sin dejarle intentarlo. Menos aún por lo que aparenta. No sólo le quitáis la oportunidad, también podrías llegar a quebrar la fe en una misma y con eso, todo su poder.

Atrévete a ser ♥️