Ilun y el mayor de los engaños
Lámina A4 aprox, material tipo cartulina.
No incluye marco.
El mayor de los engaños: la apariencia. Ilun había sido exiliado y temido por su apariencia feroz, hasta que conoce a Begira y vuelve al mundo para ayudarlo.
En una de las cuevas más apartadas y profundas del océano vivía Ilun. Las sirenas siempre han dicho que tan solo al acercarte allí, sientes un escalofrío por todo el cuerpo. Imaginad lo que sintió Begira al descubrir que la gran tormenta le había arrastrado justo hasta allí. Estaba a punto de nadar a toda velocidad para irse, pero escuchó un canto dentro de la cueva. Alguien estaba en apuros. A saber qué le habría podido hacer Ilun. Se decía que tan solo con mirarte te convertía en piedra, que las sirenas que se acercaban perdían el alma... Begira fue adentrándose en la cueva con miedo y cada vez el canto se oía más alto y era más peculiar.
" Las algas hay que limpiar, limpiar limpiar!"
Begira se quedó perpleja al ver a Ilun con un delantal y un plumero, cantando.
Ambos se quedaron paralizados mirándose.
+ Oh no, era una trampa!
- qué??? Nooo espera!
Ilun cogió de la mano a Begira y ésta del pánico se desmayó. Ilun la tumbó en la cama y le preparó una comida caliente. Al despertar Begira no entendía nada. Tuvieron la oportunidad de hablar durante horas e Ilun le explicó que su poder era ver la oscuridad propia de cada ser, poder que le había llevado a la soledad y al exilio. Él sentía que su poder era sobre todo inútil y que le hacía daño tanto al resto como a él mismo.
- aunque tu oscuridad es muy hermosa.
Las horas se convirtieron en días y... Se enamoraron. Pero Begira debía volver con su familia.
- Jamás me aceptarán.
Realmente era difícil pero Begira sí había conseguido convencer a Ilun de que en cada ser hay oscuridad pero también luz y que gracias a él muchas sirenas podrían ver eso que tanto asusta y muchas veces te impide avanzar. Así, ambas sirenas dejaron atrás esa solitaria cueva e Ilun volvió al mundo. Al principio, las sirenas huían aterrorizadas, querían atacarle y decían que había embrujado a Begira. Con el tiempo, la gente no pudo negar que lo que veían era amor. Era difícil creer que una sirena con ese aspecto tan malvado pudiera tener un corazón tan bueno. Se escapaba de toda lógica, pero el corazón no entiende de lógicas.
Atrévete a ser ♥️
Ficha técnica
- Medidas
- A4
- Material
- Tipo cartulina