Ahotsa: El canto de sirena

Todos los humanos estamos equivocados. Las sirenas no cantan. Solamente una de ellas tiene este poder. Un gran poder, una gran responsabilidad y demasiada fama. Porque aunque no es cierto que las sirenas canten, el canto de Ahotsa, nuestra protagonista, sí produce ese estado de embriaguez en el que quedas hipnotizado a su disposición. Técnicamente, solamente funciona con humanos pero era un poder tan grande que... Nadie se fiaba de ella. ¿Y si también podía manipularles a ellos? Ahotsa estaba sola. Lejos de lo que la gente pensaba era dulce, amable y de buen corazón, pero las sirenas veían esto como otra forma de manipulación. No le daban oportunidad alguna más allá de agradecer su función.
Hasta que un buen día, Ahotsa empezó a cantar cerca de un pequeño barco y los marineros empezaron a tirarse al agua... excepto uno. Éste hombre solamente gritaba sin entender nada a sus compañeros, hasta que se lanzó al agua desesperado para intentar salvarlos, en vano, claro. A Ahotsa el sacrificio de este marinero le enterneció tanto que lo salvó. Además debía averiguar por qué a este hombre no le afectaba el hechizo. Itxar, el marinero, estaba furioso por lo acontecido con sus compañeros pero también agradecido por seguir vivo y los ojos tristes de Ahotsa le empujaron a escucharla. Mejor dicho, a leerle los labios. Porque efectivamente, Itxar era sordo. Así acordaron que Ahotsa solamente cantaría cerca de barcos con marineros de corazón impuro y juntos harían del mar un lugar seguro. Por fin, Ahotsa nunca más estaría sola.
Ella nunca pudo convencer a quien no quiso escuchar ni abrir su corazón, pero tuvo el corazón abierto y la paciencia suficiente para encontrar a esa persona que no la juzgó, que la complementó y que supo ver luz donde otros vieron oscuridad.

Atrévete a ser ♥️